29 de julio de 2011

10 AÑOS NO ES NADA, IS THIS IT ES TODO

Cuando la Argentina era un caos a nivel social y económico y yo empezaba a cursar las primeras materias de mi carrera, llegó para volarme la cabeza: mañana se cumplen 10 años de su lanzamiento, no cualquier lanzamiento sino el del disco que cambió mi vida y, quiero creer, las de muchos. No sólo lo considero el mejor álbum de la década pasada sino que también le adjudico algo más, un plus. Is This It funcionó en mí a muchos niveles.

Como varios de mi generación, o no tanta, la primera vez que escuché y vi al mismo tiempo el tema y el video de “Last Nite” quedé boquiabierta. Todavía tengo grabado ese momento en mi cabeza, incluso recuerdo en cuál de los sillones del living de la casa de mis viejos estaba sentada y qué hora del día era.

Estaba escuchando algo que sonaba tan familiar y tan nuevo al mismo tiempo, un sonido sencillamente CONTUNDENTE, limpio, fresco pero también desaliñado y precipitado. Por una parte, era el “esto ya se ha visto antes” al estilo de George Harrison en el capítulo de los Borbotones, pero por la otra era un “por dios, ¿quiénes son estos pibes?”. Sí, esos pibes de mi edad, con los pelos despeinados y sucios, que hacían volar micrófonos con cara de absoluta despreocupación por todo.

Después vino el disco entero, un estallido de temas y de emociones que ilustraban a la perfección el axioma de la Gestalt: “el todo es más que la suma de las partes”, no tanto una colección sino más bien una integración de canciones que iban haciendo en click en mi oído y que, indudablemente, me estaban mostrando una nueva manera de pensar y entender la música. Al poco tiempo, fue evidente que la enseñanza no era sólo para mí, como simple melómana, sino que ofrecía un sonido que marcaría el rumbo de muchas bandas de la posteridad.

Is This It es parte de mi vida. Fue el soundtrack de un cambio de década (oh por dios, ¡quién pudiera tener 19 otra vez!) y sonó durante 10 años en los que nunca dudé de su importancia existencial y su supremacía como disco. Y, para bien o para mal, generó un sentido de pertenencia que ningún otro disco generó hasta el momento, incluso otros que considero obras maestras y, lejos, mucho mejor en varios niveles.

Creo también que hay un antes y un después de este disco, un disco que si bien va de la mano del talento de la mayoría de sus miembros, va a más allá de una banda (igualmente, una de mis favoritas) y, por suerte, más allá de un estereotipo de fan asociado al grupo (no, no soy una piba de 20 años que se mea por Casablancas y recuerdo como si fuera ayer cuando Albert tenía pelo y no parecía como de 40).

Repito: Is This It va más allá de The Strokes porque, lamentablemente, los neoyorkinos nunca van a superar un disco de esta magnitud, porque Room on Fire fue bueno, muy bueno, pero no despertó ese sentimiento tan particular de no cansarse nunca –nunca es literalmente nunca en este caso- de escucharlo y de sentir que ahora, mañana o en 10 diez va a seguir sonando tan claro y tan sencillo, y tan nuevo y tan único como en 2001.

Y qué mejor regalo para estos 10 años de anversario que volver a ver a los creadores de esta gran obra, una segunda oportunidad para ver a un Julian posiblemente menos borracho y a un Nick y un Albert más afilados. Y si no es el caso, no importa; porque el disco también va más allá de cómo puede sonar una banda en vivo. Is This It es una creación única y, sin dudas, irrepetible en el tiempo.

V

PD: No existe la objetividad, pero cualquier intento de acercársele, en mi caso queda completamente truncado. Is This It es un sentimiento, no puedo parar (?)
¡¡¡4 de noviembre ven a mí!!!