7 de junio de 2009

I want none of this

Cuando decidí volver a escribir en mi blog, lo hice pensando en ser un poco más constante que antes e intentar subir algo al menos una vez por semana. Por eso me propuse escribir sobre cualquier cosa. ¿Por qué? Porque no necesariamente todas las semanas o fines de semanas hago algo interesante o que merezca ser contado. Y esta semana que se fue, para variar, no hice nada (aclaro que cuando digo “nada” me refiero a algo que yo considere interesante). Igualmente, se supone que no importa lo trascendental que sea un hecho sino la forma o las ganas de contarlo que tenga uno. Pero por ese lado voy mal: no tengo sucesos importantes de los cuales hablar ni talento para hacer que las cosas más banales de la rutina se vuelvan interesantes de leer. Pero, de todas formas, vamos a hacer el intento…

En primer lugar, quiero decir que la Selección Argentina no deja de plantearme más y más dudas y que lo único que rescato es a Mascherano. Pero no quiero ponerme a analizar el partido de ayer, me trae recuerdos de cuando “laburaba” (ad honorem) en una radio local y me querían hacer comentar/analizar sólo deportes. Si bien me encanta el fútbol, detestaba que me encasillaran como “la periodista deportiva”, pensaba “yo no me estoy comiendo 6 años de comunicación social para ser una mediocre periodista deportiva, si hubiese querido eso, habría estudiado 3 años en cualquier escuelita y listo”. Pero ya que estamos, pasemos a otro deporte, el tenis. No puedo dejar de alegrarme por Federer. Reconozco que como Del Potro no es mi tenista argentino favorito, no me desagradó tanto que Roger le ganara y que finalmente haya levantado la copa que le faltaba.

Ahora sí cambiando de tema, quiero hablar un poco sobre TVR. ¿Críticas? Me molesta que no se disimule para nada la “simpatía” de sus productores por el oficialismo y detesto que sean tan poco críticos con la bazofia del programa de Tinelli (o sea, podrían serlo mucho más, pero como es del mismo canal…). ¿Lo positivo? Es un programa que me sirve para “ponerme al día” con los hechos y personajes de la TV abierta de la semana y dentro de toda la porquería que hay es algo que “zafa” y que, al menos, intenta hacer un análisis sobre la realidad y los medios. Y ayer justamente, el invitado Carlos Heller dijo algo que aunque no sé si del todo acertado, sí me hizo pensar en algo que tenía en la cabeza desde hace tiempo. Fue en el momento en que transmitieron un fragmento del programa de Pettinato con Moria Casán como invitada y esa suerte de “broma” con Hebe de Bonafini. Creo que todos vamos a coincidir en que fue una de las cosas más desagradables que tuvimos que soportar por TV, incluso más desagradable que cualquiera de las peleas entre gatos del programa de Rial. ¿Qué mierda le pasó a Pettinato por la cabeza para llegar a hacer eso? Y ya no tiene nada que ver con qué partido político nos identifiquemos, sino con la delicadeza de plantear ciertos límites en TV. Y acá es donde entra lo que dijo Heller. Él habló sobre censurar lo de Pettinato. Y yo recordé otros hechos televisivos que me hicieron pensar no sé si en censura pero sí en límites. No puedo estar a favor de la censura, no quiero estarlo, pero ante este panorama distópico y desolador me viene la duda. Me supera la situación, me supera la misma duda, me superan esos fragmentos (que también suelo ver en TVR) de “gente común” hablando frente a la “cámara registrada” sobre cómo quieren o pretenden hacer desaparecer a este gobierno, o cómo amenazan abiertamente a la presidenta. Esa gente, esos pensamientos, esas manifestaciones llenas de odio me superan, y me hacen sacar mi lado más intolerante de todos: no quiero que esa gente tenga lugar en la televisión, no quiero que esa gente tenga un espacio público para expresarse. Pensaba en la sensación que me produce a mí, que no viví los 70, que no tengo familiares que la hayan sufrido pero que, sin embargo, no puedo dejar de tener un nudo en la garganta y en el estómago al escuchar hablar una y otra vez a esta gente, dícese partidaria del campo, del nacionalismo, de las instituciones, bla bla bla. Pienso en que si a mí me pasa esto ¿qué les pasará a los familiares de los desaparecidos al ver a Pettinato y a Moria burlarse de una madre de Plaza de Mayo?, ¿qué les pasará a los sobrevivientes al tener que toparse cientos de veces con entrevistados y entrevistadores que manifiestan cierto beneplácito y regocijo sobre aquellos años? En vez de tener justicia, respuestas, respeto, tienen a cambio programas llenos de irreverencias y desconsideración, tienen que lidiar diariamente con perversos personajes que sin ninguna censura dicen frente a cámaras frases como “ya van a ver cuando se de vuelta la tortilla”. Se me pone la piel de gallina de sólo pensarlo. Todo eso me supera. Y me dan ganas de llorar. Y me da impotencia. Y me hace pensar que de ninguna forma querría trabajar en esta televisión que diariamente permite estas cosas. Aahh… ¡¡¡feliz día “colegas”!!!

V

3 comentarios:

Krysthopher Woods dijo...

Bueno, la verdad me actualizaste, porque hace décadas que no sé lo que es una tele... parece que sigue siendo tan mierda como siempre...

excepto canal (á), me está gustando mucho canal (á), si si...

Knives Out está sonando...
y me gusta tu blog...
y me pica el codo y recién me desperté...

artistaFrustrado22 dijo...

Bueno, tenemos puntos de vista distintos. Yo no estoy a fabor de los militares, tampoco de los montoneros y Siento gran asco por el peronismo. Este tema tomó lugar en TV por una cuestión obvia... tienen al oficialismo de su lado. Lo que me da bronca es la manera en que se distorsiona la historia Argentina, cuando ponen cosas falsas y cuando no se explican de manera exacta los sucesos; también la falta a la verdad me da profundo asco.
Lo que puedo asegurar es que está todo distorsionado.
hay sobrevivientes que arrastran 27 cuerpos atrás...
Es todo tan contradictorio... pero me gustó igual porque me das pié para investigar :) Saludos!

artistaFrustrado22 dijo...

correción: favor*